Consejos para antes de viajar

La preparación de un viaje se vive con intensidad, sintiendo en distintas proporciones el nerviosismo, la emoción, el temor, la alegría, la ilusión… Mente y corazón giran en espiral formando un torbellino que, en ocasiones, puede crear un caos inútil y hostil que impide disfrutar con plenitud este tipo de aventuras. Por eso, en este artículo hemos recopilado los mejores consejos para antes de viajar, así que toma nota de todo y prepara tu viaje sin problemas. 

Para no eclipsar las sensaciones positivas que todo viaje debe proporcionar, vamos a ofrecer una serie de consejos útiles que todo viajero debería considerar. La experiencia que hemos ido adquiriendo durante todos estos años nos ha convertido en verdaderos expertos en los preparativos, tanto físicos como psicológicos.

Lee con atención estos consejos para antes de tu viaje que van a contribuir a dar de lado las emociones y temores negativos y que permitirán que ganen impulso las buenas vibraciones, esas que facilitarán una gratificante experiencia y la acumulación de gratos e imborrables recuerdos para toda la vida.

La mentalización

Todo viaje, sobre todo si se trata de visitar y descubrir nuevas tierras, países lejanos y exóticos, desconocidos… se hace tanto a nivel físico como mental o espiritual. En este sentido, en el recorrido que se hace de modo interno, bien merece la pena que el viajero se tome unos momentos para la mentalización, dedicados a hablar consigo mismo sobre la aventura que está a punto de iniciar.

1. Proyección

Aunque pueda parecer una pérdida de tiempo, ya que no se puede prever lo que va a suceder, proyectar una imagen positiva de lo que se quiere encontrar en el viaje, concienciarse de lo que va a suceder y del cambio (temporal) de ritmo de vida, entornos y personas que se pueden conocer, será de gran ayuda para aceptar y disfrutar aún más de lo que está por llegar.  

2. Repaso mental

Llevar a cabo una serie de ejercicios mentales, revisando los lugares que se van a visitar, lo que se conoce de esos destinos, todo lo que se puede hacer allí… abrirá las expectativas y las ganas de iniciar el viaje.

Del mismo modo, es muy saludable repasar lo que se queda en el hogar, asegurarse de que todo está en su sitio y así permanecerá al volver, que no hay asuntos pendientes graves esperando una respuesta. Saber que todo está bajo control, y no hay nada por lo que preocuparse, eliminará una de las cargas más pesadas que puede tener todo viajero; las cosas pendientes.

Una vez que se está preparado mentalmente para aceptar condiciones físicas y culturales del lugar hacia nos dirigimos, de poder borrar por un tiempo de nuestras cabezas las trampas cotidianas de nuestra vida, de tranquilizarnos y enviar temores y nervios al ostracismo, es el momento de dar paso a tomar las medidas para preparar los elementos físicos del viaje.

Los preparativos físicos

No son pocos los preparativos que hay que llevar a cabo antes de coger el avión, tantos que no es extraño que se pierda un poco la cabeza y se tenga la sensación constante de que se olvida algo. Por este motivo, lo más aconsejable es realizarlos con tiempo, un par de meses antes de iniciar la escapada, con una libreta a mano para ir apuntando todo lo que hay que llevar.

Cada cual tiene su propio librillo y sabe más o menos lo que no le debe faltar en la mochila o maleta. En cualquier caso, el equipaje es solo uno de los elementos que hay que tener en consideración, en el cual no se debe de olvidar los documentos necesarios para entrar y permanecer en territorio extranjero, así como el dinero suficiente y métodos para acceder a él en caso de necesitarlo. Estos son nuestros consejos en cuanto a las cosas que hay que considerar como paso previo al viaje.

1. La mochila

Sobre cómo llenar una mochila o maleta de viajes se han escrito libros enteros, por lo que prometemos incidir y profundizar en este aspecto con un artículo exclusivo más adelante. Baste decir que se deberá tener en cuenta la capacidad (vol.) según los días, el material, la ergonomía, la talla, el número y distribución de las correas estabilizadoras, el bastidor, las hombreras, la ventilación, el número de compartimentos separados y aislados, las aperturas exteriores e interiores…

En relación a la equipación, deberán tenerse en cuenta factores como el tiempo permanencia, el clima, el lugar (playa, bosque, ciudad…), para aventura o cultural… En líneas generales, habrá que ser muy exigente y llevar lo mínimo posible, para facilitar los traslados, las caminatas… ganar en comodidad con menos peso es fundamental. También queda pendiente un artículo para solucionar todas estas dudas.

2. Salud y seguridad

En estos días de covid-19, se ha venido a sumar una precaución importante para todo viajero. Es importante conocer la situación del país de destino en cuanto a la pandemia. Qué niveles de contagio tiene, qué medidas de seguridad, si hay que estar vacunado para entrar y permanecer. No solo la pandemia de coronavirus hay que tener en consideración cuando se traspasa alguna frontera, el virus del Zika también debe considerarse entre muchos otros. Por lo tanto, hay que informarse sobre las vacunaciones que se deben tener, el estado del sistema sanitario y la conveniencia de hacerse un seguro médico que suponga una ayuda en caso de accidente o contagio…

Así mismo, hay países que ofrecen una mayor o menor seguridad a los turistas. Pero, la mayoría de ellos, tienen zonas que no es aconsejable visitar por ser aglomeraciones de delincuencia. Conocerlas ayudará a evitarlas y a no sufrir percances lamentables y peligrosos.

3. Conocer el destino

Cuando nos referimos a conocer el lugar que se va a visitar no se hace referencia a factores obligados, como la ubicación, monumentos (naturales y humanos), el clima, la moneda o el idioma. Se trata de conocer su cultura y tradiciones, saber cómo comportarse en lugares públicos y privados, tener presentes sus reglas, normas y leyes más características, esas que chocan frontalmente con las que nosotros tenemos plenamente asumidas. Poseer este conocimiento permitirá ahorrarnos más de un disgusto.

4. Aprender las palabras básicas en el idioma de destino

Saber inglés está muy bien y asegura cierto nivel de comunicación. No obstante, si nos relacionamos con las gentes más humildes, aquellas que realmente representan la idiosincrasia del lugar, muy posiblemente solo hablen su lengua o dialecto. Por otro lado, comunicarse en el idioma del lugar siempre se percibe de forma positiva, recibiendo un trato más cariñoso y simpático por los lugareños, que entienden el esfuerzo e interés por aprender su lengua materna.

5. Conocer su historia

A nivel personal, conocer un poco la historia del país será de gran ayuda para entender y comprender mejor los lugares que se visitan y la cultura en la que te vas a encontrar envuelto.

Quieres vivir una aventura inolvidable, ahora que sabes algo más sobre los preparativos para un viaje sin problemas. Visita nuestra web, descubre nuestros viajes de aventura  y elige el destino que siempre has querido descubrir y disfrutar. Nuestra forma de viajar es el más personal y auténtico que puedas encontrar.

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