No se puede dudar del misterio y de la fascinación que producen los desiertos del mundo. Las interminables extensiones de arena son lugares propicios para la meditación, el encuentro y charla con uno mismo, para la aventura y también para el contacto con lo natural, salvaje y primigenio que todavía permanece en el planeta Tierra.
Los grandes desiertos del mundo ofrecen el marco perfecto para crear leyendas y bucear en las tradiciones más ancestrales. Lugar de creación de mitos y héroes que han acompañado a la humanidad desde sus principios. Viajar a la soledad del desierto deja una huella indeleble en el espíritu de los hombres.
Estos que se presentan a continuación ofrecen una experiencia visual y espiritual única, el ambiente y la espectacularidad de sus paisajes dan buena muestra de los motivos por los que estos espacios naturales siguen seduciendo y enamorando a todo tipo de viajeros y aventureros.
Desierto del Sahara (África)
Con una superficie de aproximadamente 9.2 millones de km², estamos ante uno de los desiertos más grandes del mundo, concretamente el tercero por extensión, solo por detrás de los dos polares (Antártida y Ártico), es decir, es la mayor acumulación de arena de todo este planeta. El Sahara cubre gran parte del norte de África, abarcando países como Argelia, Libia, Egipto, Sudán, Marruecos, Mauritania, Malí, Níger y Chad. Su temperatura varía dramáticamente, alcanzando hasta 50 °C durante el día y cayendo por debajo de 0 °C durante la noche. Sin embargo, a pesar de ser un entorno tremendamente hostil, es el hogar de una biodiversidad sorprendente, incluyendo especies como el zorro del desierto (fenec) y varias especies de reptiles. También ha sido un territorio de gran relevancia histórica para la historia humana, ya que está considerada como cuna de civilizaciones antiguas y rutas comerciales fundamentales, como la ruta del oro.
Desierto de Atacama (Chile)
El lugar más seco de la Tierra abarca un territorio de más de 105,000 km² y puedes visitarlo si haces un viaje a Chile. Algunas áreas de este inmenso vacío no han registrado ni una gota de lluvia en los últimos 400 años. Sin embargo, y a pesar de su aridez, el Atacama tiene una biodiversidad interesante y variada, incluyendo flamencos en las salinas, así como elementos geológicos realmente espectaculares, como son los famosos géiseres del Tatio. Es un desierto con un gran misticismo, ideal para la observación astronómica gracias a sus cielos siempre despejados y a la baja contaminación lumínica, no en vano, aquí se encuentra el Observatorio ALMA. Como curiosidad, cabe citar el hecho acaecido en el 2015, cuando buena parte de su superficie se cubrió de una alfombra de coloridas flores debido a un fenómeno conocido como «desierto florido», donde después de lluvias inusuales, miles de flores brotaron en la arena.
Desierto de Namib (Namibia)
Considerado como uno de los desiertos más antiguos del mundo, aproximadamente con una edad de 55 millones de años. En su extensión, de unos 81,000 km², se localizan las espectaculares dunas de Sossusvlei, donde se localizan algunas de las más altas del mundo y que llegan a alcanzar los 300 metros de altura. También es muy popular parte de su costa, conocida con el nombre de los Esqueletos, un tramo de litoral donde abundan nieblas densas y bastantes naufragios, un lugar muy temido por los marineros durante siglos. El Namib posee una planta autóctona, la Welwitschia, que puede vivir más de 1000 años y se encuentra solo en este desierto.
Desierto de Gobi (Mongolia y China)
Otro de los mayores desiertos del mundo, el Gobi, contiene una superficie de alrededor de los 1.3 millones de km². Es un lugar muy frío, su temperatura pueden bajar hasta -40 °C en invierno. En toda la región es frecuente encontrar fósiles de dinosaurios, incluyendo los huevos de estos animales prehistóricos. El Gobi no es solo arena, sino que incluye montañas, estepas y zonas de grava. La leyenda del Yeti o «hombre de las nieves» se asocia a las montañas del Gobi.
Desierto de Mojave (Estados Unidos)
En el interior de sus 124,000 km² se localiza el Valle de la Muerte, un lugar que mantiene el récord de la temperatura más alta registrada en la Tierra, 56.7 °C. Es el hogar del icónico Joshua Tree, una especie de yuca que solo crece en esta región, además de pueblos fantasmas que quedaron después de la época en la que se vivió la fiebre del oro en Estados Unidos. No obstante, su espectacularidad reside en las extrañas formaciones rocosas y en una flora y fauna únicas que se han adaptado a la perfección a estas condiciones extremas.
Desierto Blanco (Egipto)
Este desierto se ha popularizado por sus peculiares formaciones rocosas de color blanco, hechas de tiza y esculpidas a lo largo del tiempo por la acción erosiva del viento y la humedad. En sus 300 km² de extensión se pueden apreciar formas tan inusuales como hongos gigantes, torres y diversas siluetas, cada una más extrañas que las otras, formando un conjunto paisajístico surrealista y abrumador. Toda la región tiene un clima muy seco y extremo, con altas temperaturas durante el día y frías noches, sin embargo, los viajes a Egipto son muy demandados en el turismo de aventura.
Desierto de Australia (Gran Desierto Arenoso y Desierto de Simpson)
Bajo este nombre se incluyen el Gran Desierto Arenoso (284,993 km²) y el Desierto de Simpson (176,500 km²), aproximadamente el 18% de los desiertos del mundo, cubriendo a aproximadamente el 20% de este pequeño continente. Ambos desiertos destacan por ofrecer una biodiversidad única, incluyendo especies endémicas de reptiles, mamíferos y plantas. Sin embargo, el Gran Desierto Arenoso es conocido también por sus áreas de arte rupestre aborigen, dando muestra de una rica historia cultural de miles de años. El Desierto de Simpson, por su parte, es famoso por sus largas dunas lineales, que llegan a extenderse por cientos de kilómetros.
Desierto del Kalahari (África Austral)
Siendo un desierto, es una superficie (aproximadamente 930,000 km²) que recibe más lluvias que ningún otro, esto permite que pueda mantener una mayor biodiversidad, incluyendo a algunos mamíferos de gran tamaño, como leones, jirafas y elefantes. Aquí habita una de las culturas más antiguas de la humanidad, los San, especialmente adaptados para sobrevivir en este entorno tan hostil. Es un desierto que transmuta en alguna de sus zonas durante la temporada de lluvias en una sabana verde llena de vida. El Kalahari es también el sitio de las salinas de Makgadikgadi, uno de los complejos de salinas más grandes del mundo. Un viaje a África puede ser una experiencia única para descubrir este desierto.
Desierto de Sonora (México y Estados Unidos)
Superando la biodiversidad del Kalahari, esta superficie de aproximadamente 311,000 km² es el hogar de más de 2000 especies de plantas. Es otro de esos rincones que ofrecen un espectáculo sin igual durante ciertos momentos a lo largo del año, en concreto durante la temporada de monzones, tiempo en el que el desierto experimenta tormentas eléctricas espectaculares y lluvias que transforman radicalmente el paisaje. Aquí habitan especies endémicas tan extraordinarias como son el jaguar y la tortuga del desierto. Destacan, asimismo, sus ancestrales pueblos indígenas, los Tohono O’odham que han vivido aquí durante milenios. Un viaje a México es una gran oportunidad para conocer el desierto de Sonora.
Desierto del Taklamakan (China)
Para finalizar este recorrido por los desiertos más grandes del mundo, este que con 337,000 km² de superficie alberga unas dunas que llegan a alcanzar los 300 metros de altura. El Taklamakan tiene una de las diferencias más amplias de temperatura, superando los 40ºC en verano y cayendo hasta los -20ºC en invierno. El nombre «Taklamakan» se traduce comúnmente como «el lugar de no retorno» o «entras y no sales» debido a su peligrosidad. Sin embargo, a pesar de su aridez, el desierto alberga antiguas rutas de la Seda, encontrándose numerosas ciudades y templos antiguos enterrados bajo la arena.
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