Hoy no voy a hablaros de ningún destino en particular. Hoy voy a hablaros sobre África, pero no sobre un viaje concreto, sino que vamos a descubrir África a través de las páginas de Ebano, la obra cumbre del periodista y escritor Ryszard Kapuscinski.

Kapuscinski nació en Polonia (en la ciudad de Pinsk, hoy Bielorusia) en 1932, y falleció hace 4 años en Varsovia. Fue corresponsal en el extranjero de los medios más importantes de la época desde 1958 hasta 1981, y cubrió 17 golpes de estado en 12 países de África, Asia y América Latina, recibiendo varios galardones a lo largo de su vida, como el Príncipe de Asturias o Doctor Honoris Causa en varias universidades, y entre ellas la de Barcelona. Pero el mayor galardón fue sin duda uno que no pudo enmarcar en una pared o depositarlo en una vitrina, y es el que le otorgaron sus colegas de profesión al reconocerlo como el mejor reportero del siglo XX.

Ebano, de Kapuscinski

Ryszard decía que para ser un buen reportero había que tener curiosidad por el mundo y pasarlo todo por la criba de la reflexión. Buscó transmitir una imagen auténtica de la realidad, huyendo de estereotipos, escuchando a los desfavorecidos, comprometiéndose con ellos y narrando sus historias. Y fiel reflejo de sus ideas, nace Ebano, un conjunto de pequeñas historias africanas que nos arroja una lúcida mirada a la compleja realidad del continente africano, con sus guerras, miserias e injusticias que atraviesan su historia y lastran su presente.

Desde los primeros conatos de independencia del yugo colonial, el autor se sumerge en la realidad del país, compartiendo alojamiento con los más pobres, y narrándonos en primera persona desde algunos momentos históricos del continente africano a sencillas historias del día a día, haciendo de este libro una obra de cabecera imprescindible para todos aquellos que se consideran amantes del continente negro, o que simplemente quieran entender el por qué de África y la realidad Africana. 

Pero sobre todo, este libro nos hace entender la idiosincrasia africana. Desde los primeros sentimientos que nos afloran nada más poner un pie en África (el calor, los olores, ..) a poco a poco ir entendiendo las peculiaridades de la cultura africana, desde lo sencillo que nos puede parecer un saludo, en África se convierte en todo un ritual (si se trata de si es un conocido se debe de  preguntar por toda la familia, y si es un desconocido, tratar de buscar un vínculo común), a la importancia de la tribu, el clan y los antepasados, influenciados en todo momento por sus continuas supersticiones y creencias transmitidas por el boca a boca.

El libro alterna relatos de la vida cotidiana con otros que nos hacen entender las razones del subdesarrollo del continente, en gran parte auspiciado por el interés colonial y esa subdivisión continental que se realizó tras la Conferencia de Berlín donde las potencias europeas aunaron 10.000 reinos independientes en 50 estados, y donde enemigos acérrimos estaban condenados a entenderse y a vivir bajo las mismas fronteras y sometidos a una potencia extranjera.

Pero claro, una vez que los invasores se fueron… Surgieron nuevos problemas. Los funcionarios de las administraciones europeas dejan sus puestos y estos los ocupan africanos que, de la noche a la mañana, se encuentran con los mismos privilegios y estatus social que sus opresores. El que sube al poder arrastran a su familia, ya que la tradición del clan implica compartir todo con “tu primo” (el individualismo es sinónimo de maldición), por lo que las guerras internas cobran cada vez más fuerza para hacerse con ese ansiado poder, y más si el que gobierna es el enemigo eterno de tu clan, (podréis entender a la perfección el terrible conflicto de los hutus y los tutsis) proliferando las luchas interestatales (¿te das cuenta que en África nunca ha habido guerras entre estados?) y encumbrando al poder a los warlords o señores de la guerra, que tanto daño han hecho a África, oprimiendo a los que menos tienen y manejando la ayuda humanitaria en su propio beneficio.

La historia de África es compleja, y gracias a Kapuscinski podemos entender la realidad del continente, como por ejemplo la causa de esas migraciones masivas, donde los bayaye (gente que emigra del campo a la ciudad y no tienen nada que hacer) superpoblaron en los 70 y 80 las metrópolis africanas huyendo de la sequía y de los warlords con la intención de conseguir algo de la ayuda humanitaria, que solo se distribuía en las grandes ciudades. En pocos años estas ciudades se encuentran repletas de gente sin ningún tipo de esperanza ni sobre todo de futuro, producto de la cual, y cito literalmente a Kapuscinski, su imaginación no sobrepasa las 24 horas. No se hacen planes ni se acarician sueños.

El autor

En África todo fluye, todo peregrina, nadie echa raíces, (es por ello que no existen ciudades antiguas). En cuanto alguien destaca, cuando un intelectual quiere luchar por los suyos, es obligado a emigrar de África (los académicos no buscan refugio en otro país africano sino en otro continente) ante la falta de ayudas y una clase dirigente que solo permite publicaciones en su línea ideológica ¿Cómo puede África desarrollarse sin una clase media culta? Es éste, siempre según el autor, uno de los principales problemas de África. La colonización esquilmó los recursos y no se preocupó de crear unas infraestructuras adecuadas, pero lo peor de todo es que creó al africano un complejo de inferioridad del que todavía no ha conseguido sobreponerse. El africano no permite la crítica. El europeo se autocrítica y es consciente de sus limitaciones, pero por el contrario, el africano ve la crítica como una ofensa a su persona, y eso impide el progreso.

Me podría alargar hasta el infinito (se nota que me encanta el libro, ¿no?), pero creo que lo mejor es que vosotros mismos os adentréis en la mente del africano, en su manera de concebir la vida y la muerte, o que significado tiene desde el inquebrantable paso del tiempo al significado de un simple puchero. Si ya habéis viajado por África os resolverá planteamientos como por ejemplo el por qué toda la vida se desarrolla en la calle, en esa única calle que cruza la aldea. Pero si nunca os habéis adentrado en ese territorio maravilloso que es África, esta obra maestra a buen seguro que os abrirá el apetito y os producirá ese flechazo, esa voz… la llamada de África.

2 comentarios
  1. Julia
    Julia Dice:

    Leer a Kapuscinski es un autentico lujo. Todas sus obras hacen dudar de nuestra condicion de seres humanos considerados y misericordiosos q solemos argumentar. Desde sus recorridos por Africa hasta la vision de la antigua y actual URSS son una leccion de como funciona el hombre. Mas q recomendable!!!

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    • Dr. Livigstone
      Dr. Livigstone Dice:

      Totalmente de acuerdo contigo Julia. No solo el libro de ébano merece la pena… Cualquier libro del gran Kapuscinski es una obra de arte que no nos deja indiferentes….

      Responder

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