Croacia se asoma a la hermosa Costa Dálmata en el Mar Adriático, un espacio de inigualable belleza monumental y natural. Desde Zadar a Dubrovnik, este rincón del mundo sabe combinar como pocos su legado cultural con luz, mar y montañas. De toda esta costa destaca Dubrovnik, una espectacular ciudad amurallada que fue reconstruida piedra a piedra una vez que finalizó la fatídica guerra de los Balcanes. En este post te contamos qué ver en Dubrovnik y descubrir una ciudad única gracias a nuestros viajes a Croacia.
La belleza de Dubrovnik es indiscutible, una auténtica joya objetivo de miles de turistas que encuentran el esplendor de otras épocas entre sus enormes murallas medievales. Si te llevas bien con las ciudades masificadas de turistas, este es un destino que no debes dejar atrás y visitar en cuanto tengas ocasión.
Y es que, para bien o para mal, el turismo en Dubrovnik se ha comido literalmente esta pequeña ciudad con calles de mármol. La ha salvado de la ruina, pero hace que se aleje de su verdadera esencia. En cualquier caso, si el turista sabe mirar, logra encontrar.
Cosas que debes visitar en Dubrovnik
Vamos a repasar las cosas que tienes que ver una vez llegues a esta ciudad monumento, cuyo casco histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1979.
Sus murallas
Las murallas desde el exterior son espectaculares, rodean toda la ciudad con un perímetro de 2 kilómetros y una altura máxima de 35 metros, pasear por ellas es obligado para el turista. Es aconsejable recorrerlas en temporadas con poco calor, ya que carece de sombras donde protegerse del sol, también hay que armarse de paciencia puesto que suelen formarse bastantes colas.
Merece la pena recorrerlas y entender porque representan los elementos arquitectónicos que definen esta ciudad. Por un lado y en la distancia, los azules con tonos añiles del mar Adriático que se detienen para dar paso al laberinto de calles de mármol y sus casas con techos de teja y terracota, hasta que llegan al pie de estos imponentes muros de piedra.
La estructura de estas murallas se remonta al siglo VII, que aprovechaba la constitución natural de los acantilados, construyendo sobre ellos y reforzándolos para que los refugiados de la ciudad romana de Epidauro se asentasen y se protegiesen.
En el recorrido por las murallas es posible visitar el fuerte de Minceta, Bokar y San Lorenzo, que eran los encargados de proteger la ciudad desde sus extremos. También será posible ver los baluartes ubicados en el lado oriental y en el Puerto Viejo; Revelin y San Juan, respectivamente. También hay que tener en cuenta los accesos históricos a la ciudadela con sus respectivos puentes levadizos; al este la puerta de Ploce y al oeste la puerta de Pile. Ya a principios del siglo XX, se abriría un nuevo acceso en la muralla norte; la puerta de Buza.
Hay que saber que el recorrido por estas murallas debe realizarse de forma obligada en una dirección determinada (sentido contrario a las agujas del reloj) y que cuesta unos 27 euros por persona. En cualquier caso, merece la pena, es algo que hay que hacer sí o sí en Dubrovnik.
En esencia, se puede llegar a la mayoría de los lugares interesantes a través de sus murallas, pero hay más. Vamos a dar un pequeño repaso.
La puerta de Pile
En la entrada principal al casco antiguo de la ciudad, la puerta de Pile son dos puertas y un conjunto muy curioso de puentes y rampas. Fue construida en 1573 y, sobre ella, se encuentra una estatua del patrón de la ciudad, San Blas. Esta puerta conectaba con en el exterior por medio de un puente levadizo que salvaba un foso, de este pequeño puente de madera se pasaba a uno más largo de piedra, construido por el arquitecto croata Paskoje Milicevic. La puerta interior, por su parte, es de estilo gótico datado en 1460. A los amantes de las series les gustará saber que La puerta de Pile es Desembarco del Rey en Juego de Tronos.
La Torre Minceta
Es el punto más alto de toda la muralla de Dubrovnik. Sus vistas, tanto de la ciudad como del exterior, son realmente espectaculares. Es obligado subir a ella y disfrutar del entorno con perspectiva. La torre Minceta ha sido ampliada en varias ocasiones, finalizada en 1464. Se considera como uno de los motivos por los que Dubrovnik, la ciudad amurallada, nunca fue atravesada hasta que llegó Napoleón.
La fortaleza Bokar
La primera torre que aparece al llegar al lomo de la muralla, es una atalaya encargada de proteger la Puerta de Pile de los ataques exteriores. La torre fortaleza sobresale de la muralla, sirviendo de protección y para almacenar municiones. Este es el emplazamiento elegido para ir de excursión en kayak a la cercana Isla de Lokrum.
La fortaleza de San Juan
Ya mencionada brevemente, la fortaleza de San Juan fue en su día la principal defensa del puerto de Ragusa, desde su excelente ubicación trataban de impedir la entrada al puerto de piratas y barcos invasores. En la actualidad, sirve como museo marítimo y acuario.
Buza Bar
Posiblemente, el pub más concurrido y popular de Dubrovnik. No en vano su localización es inmejorable dentro de la propia muralla y con unas vistas al mar impresionantes, también conocido con el sobrenombre de El agujero en el muro. Su terraza sobre los acantilados es altamente recomendable.
Fortificaciones exteriores
Considerada una ciudad casi inexpugnable, también mantiene dos fortificaciones, San Lorenzo y el fuerte Revelin, más allá de las murallas que merecen ser visitadas.
Fortaleza San Lorenzo
También conocida como fortaleza Loveijenac, se ubica justo al otro lado de la puerta de Pile sobre una colina a 37 metros sobre el nivel del mar. A vista desde el suelo, da la impresión de que es imposible de conquistar. Su construcción, triangular, posee dos puentes levadizos. A día de hoy se utiliza como teatro, cobrando protagonismo durante el festival de verano.
Fuerte Revelin
Fue construido en 1462 para incrementar la protección de la puerta de Ploce. Junto con la fortaleza de San Juan, hacía de tope para la entrada al puerto. Esta fortificación es la mayor de la ciudad y fue construida para defenderse de la amenaza que representaba Venecia.
El Fuerte se convirtió en el centro administrativo de Ragusa. En la actualidad, alberga el Museo Arqueológico.
Callejeando por Dubrovnik
En el paseo sin rumbo que se debe dar todo turista que llegue a esta ciudad de la costa Dálmata, estos son los lugares que debe ver y sentir.
La Calle Stradun, la calle principal de esta pequeña ciudad, con una longitud de 300 metros, es muy popular, atraviesa todo el casco antiguo conectando la puerta Pile con la Ploce. La Gran Fuente de Onofrio, original y curiosa fuente de 16 caras, y la cúpula abierta están construidas en piedra. Se convirtió en el punto más importante de recolección de agua de Ragusa, y hoy en día el agua todavía es potable y muy fresca.
El Monasterio Franciscano, del s. XIV, se sitúa al principio de la calle Stradun, de estilo gótico, con un claustro románico con sus 120 columnas. Aquí se encuentra la que se considera la farmacia más longeva del mundo, ya que lleva funcionado ininterrumpidamente desde 1317.
La Plaza de la Luza del siglo XV, no son pocos los monumentos que se sitúan a su alrededor, como la Columna de Orlando. Esta columna es una curiosa estatua de un caballero medieval armado con espada y escudo, que conmemora una gran victoria Ragusa en la isla de Lokrum, y curiosamente, el cúbito de este soldado es utilizado por los ciudadanos como medida de longitud (51,2 cm), denominado codo.
Otros lugares de interés de la ciudad son su campanario, el Palacio Sponza, la iglesia de San Blas, la pequeña fuente Onofrío y el Palacio del Rector.
Como has podido leer, hay muchas cosas que ver en Dubrovnik. Sin lugar a dudas, es una ciudad que hay que visitar, y comprobar la resiliencia de la que es capaz un pueblo, cualquiera diría que aquí se desarrollaría buena parte de la Guerra de los Balcanes. ¿Te apuntas con nosotros a los viajes a Croacia que organizamos en Paso Noroeste? Visita nuestra web y descúbrelo.
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