Islas Maldivas

Las Islas Maldivas pertenecen al imaginario popular como el destino vacacional perfecto, con los resorts de caña formando dibujos en arrecifes de coral sobre el mar. Se encuentran ubicadas en los que muchos podrían considerar el paraíso, en el océano Índico, al sur de la India. Mares turquesas y trasparentes recogen un total de 1190 islas coralinas, que se distribuyen en 26 atolones de gran tamaño.

Los atolones tienen forma anular o de anillo, arrecifes coralinos que contienen en su interior una laguna que se comunica con el mar a través de estrechos pasillos. También, se designa con este nombre al conjunto de varias islas pequeñas que forman parte de la estructura de un arrecife de coral. En las Maldivas, se da la peculiaridad de tener solo el 1% del total de país por encima del nivel del mar (altitud media 2 metros).

Poco hay que decir de la extrema belleza natural de este rincón paradisiaco del mundo. Todos hemos sentido en alguna ocasión el deseo de viajar alguna vez a estos lugares repletos de azules limpios y templados. Mar verde y azul bajo un cielo con la misma tonalidad, todo de cristal, puro y salvaje, domesticado por el hombre para adaptarlo a la comodidad absoluta, al disfrute pleno. Y el verde de fondo en forma de naturaleza viva que conquista el suelo que puede…

La República de las Maldivas, un estado políticamente independiente, abarca una superficie de 120 kilómetros de este a oeste y 820 kilómetros de norte a sur. El número total de islas se acerca a 2.000, de las cuales 202 están habitadas y 87 están dedicadas completamente al turismo. Son estas islas, ocupadas y explotadas por un único resort, el destino de miles de turistas anuales y el soñado por la gran mayoría.

Cualquier época del año es buena para disfrutar de Las Maldivas, las temperaturas oscilan entre los 29 y los 32º todo el año. Por otra parte, su humedad, a pesar de estar rodeada de agua, no es excesiva. En Paso Noroeste ponemos a tu disposición nuestros viajes de aventura a las Islas Maldivas para que puedas disfrutar de ellas y de una naturaleza y unos paisajes que no olvidarás jamás. 

Los resorts, el añadido humano

Por sí mismas estas islas ofrecen al turista más que suficiente para no olvidarlas nunca; naturaleza, sol y playas limpias idílicas. Sin embargo, el trabajo del hombre ha llevado hasta límites inimaginables la adaptación de su creatividad a este entorno para llenarlo de turistas sin que el ecosistema se vea perjudicado.

El trabajo de mantener la naturaleza en buen estado y que las visitas aumenten cada año descansa en los resorts que se asientan en sus playas y que, a diferencia del turismo habitual, no se limitan a ocupar la primera línea de costa, sino que se adentran en el mar.

Desde que llegaran los primeros turistas, un grupo de italianos en 1972 cuando el espacio se mantenía salvaje, sin agua corriente ni electricidad, hasta estos días, el potencial turístico ha dado un triple salto mortal para ofrecer las mejores instalaciones, las más diversas actividades y no perder el encanto natural que impregnan estas islas.

En la actualidad, los resorts son tan importantes a nivel estético y turístico como el propio entorno. Sobre las aguas, a algunos metros de distancia sobre el mar de las más espectaculares playas, se ubican suites con todo lujo de detalles; cabañas con habitaciones con parte de su suelo de cristal para poder observar la vida marina, con piscinas de agua dulce, toboganes para lanzarse al mar, hamacas y terrazas de ensueño… La imaginación al servicio del bienestar vacacional no conoce límites. Por estos motivos no es de extrañar que en menos de 45 años haya sufrido un crecimiento en el número de turistas sin precedentes. Anualmente, estas islas reciben aproximadamente un millón y medio de visitas.

Esta afluencia de visitas hace que el sector empresarial encargado del turismo asuma la importancia de ofrecer actividades lúdicas y espacios que entretengan, diviertan e impacten al turista, y queda demostrado que lo consiguen.

Además de las espectaculares cabañas sobre el agua y sus populares suelos de cristal, los hoteles ofrecen restaurantes subacuáticos, la posibilidad de practicar todo tipo de deportes al aire libre, dar de comer con las manos a las mantas rayas que pueden llegar a medir hasta dos metros de diámetro…

Las Maldivas, también para mochileros

Puede parecer a primera vista un lugar para millonarios, pero, afortunadamente, estas islas ofrecen alternativas, ya no está considerada un destino exclusivo para este tipo de turistas, de yates y resorts de lujo. Ahora, también con poco dinero es posible disfrutar de este entorno considerado por muchos (la mayoría de los que lo visitan) como el más cercano paraíso.

Malé, una capital asiática

Efectivamente, Malé, la capital, no tiene nada que envidiar a cualquier otra capital asiática en cuanto a bullicio y caos. Es de obligado recorrido antes de iniciar la aventura personal por las islas e islotes maldivos, ya que aquí está el aeropuerto. Como es de esperar en una isla/ciudad, sus atractivos están en los puertos pesqueros, en sus calles coloristas y en sus gentes agradables y acostumbradas al turismo. Curiosamente, no tiene playas, la única playa pública donde bañarse es artificial, bikini – beach, en la cual, para respetar el protocolo islámico, tendrás que bañarte con pantalones y camiseta.

Otras cosas que debes hacer cuando pasas por Malé, además de perderte por sus coloridas calles y comer en alguno de los puestos callejeros, ya sea en el mercado del pescado o en algún otro sitio, será visitar alguna de sus mezquitas, sobre todo la conocida como la Mezquita del Viernes o Hukuru Mistikiiy, la más grande de la región.

Otras visitas debidas serán al Museo Nacional, al memorial por las víctimas del Tsunami del 2004, el Palacio del Pueblo y la zona del embarcadero, esta última muy turística y comercial.

Visitas a islas y atolones locales

El recorrido por algunas de las islas locales será la principal aventura, ya que obligará a elegir entre diferentes embarcaciones y gente dispuesta a llevarte. Con cuidado en las elecciones, pues muchas están desiertas y otras pertenecen en propiedad a resorts y hoteles. Si vamos de mochileros muchas de estas estás últimas habrá que eliminarlas de la lista, eso es porque no te permitirán pasar la noche en sus playas a la luz de las estrellas, una experiencia que hay que vivir en este lugar, pero, para ello mejor en alguna de las desiertas.

Aprende los horarios de los ferris para visitar alguna sin tener que pasar la noche en ella. Y no dejes de visitar al menos una llegando en hidroavión, siempre es de agradecer acumular experiencias de esas que son difíciles de realizar en cualquier otra parte. Las más recomendadas por su belleza y conservación son las siguientes.

Guraidhoo

Ideal para los amantes de las bellezas marinas, pues es reconocido su espectacular mundo submarino. También es la más recomendable para conocer y profundizar en la cultura y costumbres de los lugareños, algo que siempre van buscando los equipos de Paso de Noroeste. Otra peculiaridad de Guraidhoo es la pequeña y cercana isla desierta a la que se puede acceder a nado, perfecta para un picnic en completa tranquilidad.

Maafushi

La antítesis de Guraidhoo, ya que es, posiblemente, la isla más turística de este país insular. Es interesante para pasear por ella y dejarse deslumbrar por la amplia y variada oferta hotelera. Debido a esto, también es el lugar perfecto para practicar alguna actividad deportiva relacionada con el mar (buceo, surf, kayak, snorkel…) Por otra parte, también es un punto de partida clave para excursionar a los fabulosos bancos de arena o sandbank de los alrededores.

Otras islas ubicadas sobre atolones en los que disfrutar de un baño, fauna marina y actividades son Dhigufinolhu (cabañas elevadas sobre aguas cristalinas), Dhiffushi (centro de excursiones y deportes acuáticos), Rasdhoo (agradable ambiente local) o Kandholhu (tranquilidad, relax e intimidad, con una laguna cercana con barreras de coral, fauna y flora marina, calificada por los expertos como Tipo A).

Actividades ineludibles en las Islas Maldivas

Ya se ha hecho mención a la práctica de buceo o snorkel para maravillarse con la flora y la fauna de estas islas, también a un posible traslado de isla en isla en hidroavión, dar de comer a las mantas rayas, dormir en la soledad de una isla desierta o la práctica de un buen número de actividades deportivas relacionadas con el mar y el viento. Pero, todavía, quedaría por nombrar acciones que se mantendrán por siempre ancladas en la memoria.

Y es que podrás pasar todo un día pescando relajadamente montado en un dhoni, la embarcación pesquera tradicional de los locales. Se trata de acompañar a los pescadores y ver cómo hacen este trabajo aprendiendo su peculiar forma de ganarse la vida.

La noche, además de animarse en cualquier rincón, también ofrece oportunidades únicas de disfrutar de la naturaleza y el entorno. Las Maldivas te permiten llevar a cabo la pesca submarina nocturna y, si te desplazas a la isla de Vaadhoo, vas a poder observar uno de los más fascinantes eventos que la naturaleza tiene.

Se trata del festival de la bioluminiscencia, un fenómeno natural que se da cuando el plancton acuático entra en contacto con el oxígeno. Esto produce una reacción química que oxida la proteína luciferina, creando un espectáculo visual impresionante cuando el agua se remueve, ya sea por tus pies, por las tablas de los surfistas o por las propias olas al descansar sobre la arena de la playa. En las noches oscuras, la visión de estas luces azules sobre las aguas parece un maravilloso e inexplicable milagro.

¿Te animas a conocer las Maldivas o cualquier otro lugar del mundo con una mochila al hombro en compañía de gente aventurera como tú? Entra en nuestra web y decide tu próximo destino inolvidable.

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