Mi sensación al regresar de ese viaje fue sin duda de lo más agradable. Y es que Birmania es un país realmente encantador y altamente recomendable. A parte albergar un par de enclaves obligatorios para todo viajero que se tercie, pero de eso ya hablaremos otro día, Birmania es todo amabilidad, todo sonrisas y todo ayuda desinteresada… Una pena que sus dirigentes no permiten que los birmanos disfruten en paz y libertad, sometiendo a sus habitantes a uno de los regímenes más férreos del mundo… Y ni con esas los birmanos consiguen perder la sonrisa del rostro. ¡Todo un ejemplo!

Templos de Bagan

Templos de Bagan

Mi sensación al regresar de ese viaje fue sin duda de lo más agradable. Y es que Birmania es un país realmente encantador y altamente recomendable. A parte albergar un par de enclaves obligatorios para todo viajero que se tercie, pero de eso ya hablaremos otro día, Birmania es todo amabilidad, todo sonrisas y todo ayuda desinteresada… Una pena que sus dirigentes no permiten que los birmanos disfruten en paz y libertad, sometiendo a sus habitantes a uno de los regímenes más férreos del mundo… Y ni con esas los birmanos consiguen perder la sonrisa del rostro. ¡Todo un ejemplo!

Padre llevando a su hijo

Padre llevando a su hijo

Y es que nada más llegar, te ves arropado por la amabilidad innata de sus gentes. Quizá en un principio pueda parecer que esto es la tónica en todo el sudeste asiático, pero si prestas un poquito de atención a los pequeños detalles de la calle, en seguida percibes un “algo” diferente que tiene este país con respecto a sus vecinos.

Niñas con sándalo en el rostro

Niñas con sándalo en el rostro

1º Como las mujeres (y algunos hombres) se cubren la cara con una pasta elaborada a base de sándalo, para proteger la piel de los dañinos efectos del sol. Algunas simplemente se la aplican como si de una mascarilla hidratante se tratara, pero otras elevan a arte la impregnación del protector solar casero, dibujándose en el rostro complicadas formas de mariposas o corazones

2º Que cada vez que te entregan algo, ya sea el cambio tras pagar la comida, la llave de un hotel o un rollo de papel higiénico, siempre se agarrarán con la mano izquierda el codo derecho. Esto supone una señal de respeto que acabas adoptando cada vez que el que entrega algo eres tú.

3ª Pero lo más curioso de todo, son sin duda la forma de llamar la atención de un camarero. Si estáis sentados en un bar o cruzando por delante de alguna tasca y oís que os lanzan dos besos, siento defraudaros que, salvo que trabajéis como camareros en Birmania, no es por vosotros. Es tan solo la curiosa forma de llamar la atención del mesero, que observaréis como tras escuchar el chasqueo besuquil, raudo y veloz se da la vuelta para atender a su demandante de atención, que no pretendiente. Y hasta en eso son más agradables.. o no queda mejor para pedir la cuenta sino mandar un par de besos, que el consabido silbido o el grito de ¡jefe! ¡¡Cuando pueda…!!!

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