El rincón desconocido de Asia

EL RINCON ESCONDIDO DE COREA (De 5 a 7 Días)

Aterrizamos en el moderno aeropuerto de Incheon y nos dirigimos a Seúl, una de esas ciudades únicas en el mundo. Con más de 10 millones de habitantes en la ciudad y 25 en la zona metropolitana, Seúl es una de las mayores megalópolis del mundo compuesta por una amalgama de rascacielos, templos, mercados, luces de neón, parques y casas de té donde la oferta gastronómica, comercial y de ocio es casi infinita. Pero ya tendremos tiempo de visitarla al final el viaje. Ahora nos detenemos un día para reponer fuerzas y tomamos un vuelo rumbo a la isla de Jeju, emplazada en el Mar Amarillo.

Esta isla es una maravilla natural (de hecho, fue elegida como una de las 7 maravillas naturales del mundo junto a la Amazonia entre otras). Nos alquilaremos un coche durante 3 días para explorar los rincones de este rincón secreto de Corea. La isla cuenta con una amplia red de senderos para visitar los distintos enclaves naturales como las cascadas de Cheonjeyeon, las mayores cuevas de lava del mundo, las de Manjang-gul, los impresionantes acantilados de Jusangjeollidea o disfrutar de alguna de sus playas. Pero por lo que destaca la isla son por las mujeres buceadoras o haenyeo, unas increíbles mujeres que rozan los 60 años y se ganan la vida sumergiéndose en las aguas para recolectar el marisco, sin ningún tipo de bombona de oxígeno. Es un oficio centenario que está en vías de extinción, ya que las jóvenes no quieren seguir la tradición de sus madres, y es en Jeju donde es más fácil verlas faenando.

Una vez visitada Jeju cogemos un nuevo vuelo que nos deposite en Busán, la segunda ciudad del país y esparcida a lo largo de toda la costa. Aquí podremos disfrutar de alguna de sus agradables playas, la aldea cultural Gamcheon invadida por artistas y galerías de arte provenientes de todo el país o disfrutar de los baños tradicionales coreanos, sus famosos Jimjilbang, ya que Busan cuenta con el mayor complejo termal del país.

TEMPLOS, NATURALEZA Y VIDA COREANA (De 4 a 6 Días)

Ponemos rumbo al norte. La siguiente parada será la ciudad de Gyeongju, la ciudad de Corea con más pagodas, templos, tallas de roca y tumbas de todo Corea. Es por ello que se la conoce como un museo sin paredes. Recorreremos los puntos más interesantes de la ciudad y ascenderemos al monte Namsan, de 466 metros, en una excursión que mezcla lo deportivo con lo espiritual al pasear entre 122 templos, 64 pagodas de piedra y 57 budas de piedra. Y desde Gyeongiu nos acercaremos a la vecina aldea de Yangdong, una coqueta población, emplazada entre huertos, que conserva a la perfección su arquitectura tradicional. Las grandes casonas cuentan con un patio con su templito privado, unos jardines y las estancias donde viven las familias están siempre en la planta superior.Nuestra siguiente visita será la cercana ciudad de Daegu, una vibrante ciudad universitaria y punto de partida para explorar el templo de Haein-Sa, una parada obligada en Corea y uno de los y templos más bellos y venerados del país. Enclavado en un bello paraje natural, en las faldas del monte Gayasan, y rodeado de bosques de coníferas y arroyos, cuenta además con varios senderos que conducen a otras zonas del conjunto monástico más apartadas.

Pero si nos gusta la naturaleza, el siguiente destino nos encandilará. Llegamos a Sokcho, población pesquera y base para explorar el Parque Nacional de Seoraksan, con sus curiosas formaciones rocosas, espesos bosques y aguas termales, es sin duda el lugar preferido de los coreanos para disfrutar de la naturaleza. Y es que la belleza de este parque tiene fama mundial. Aprovecharemos para hacer alguna caminata por alguno de sus numerosos senderos y disfrutar de los colores del otoño en este parque para llenarnos de naturaleza y aire puro antes de lanzarnos a explorar la gran urbe…

LA CAPITAL, FRONTERA DE DOS MUNDOS (De 4 a 6 Días)

El viaje se acerca a su fin, pero aún nos queda por explorar los rincones de Seúl. Y es que en esta ingente ciudad compuesta por 25 distritos, hay tiempo para hacer de todo, aunque las principales visitas son el palacio de Gyeongbokgung, construido en el siglo XIV y empleado como lugar de coronación de los soberanos del país durante 600 años y en el que hoy en día a cada hora se puede asistir al pintoresco cambio de guardia, o el cercano y también de nombre impronunciable palacio de Changdeokgung, sin duda el más bello de la ciudad e incluido en la lista del Patrimonio de la Unesco. En medio de estos dos palacios, podremos pasear por el barrio de Bukchon, compuesto de casas tradicionales coreanas, las denominadas hanoks, consiguiendo hacerte retroceder un par de siglos en medio de este bullicio de modernidad.

Aparte de las mencionadas, existen numerosas e interesantes visitas para ocupar varios días en la capital de Corea, como el Memorial de la Guerra, cenar en el mercado de Gwanjang, contemplar las vistas de toda la ciudad desde la icónica N Seúl Tower, acercarse a la vecina población de Suwon con su imponente muralla o pasear entre los puestos del ingente mercado de pescado de Noryangjin, donde los más avezados podrán atreverse a probar el sannakji, un pulpo crudo que todavía se mueve cuando te lo sirven en el plato. Y por supuesto no dejaremos de visitar la denominada DMZ, o Zona Desmilitarizada, esa franja que corta en 2 la península de Corea y que divide las dos Coreas, dos mundos opuestos, en una franja de inestable tranquilidad de solo 4 kilómetros de anchura.

Con este gran choque cultural que separa dos mundos diametralmente opuestos, nos despediremos del viaje, y de nuevo nos dirigiremos a la cercana Incheon para tomar el vuelo de regreso a casa.