La magia del Mediterraneo

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Una de las joyas del Mediterráneo se abre ante nosotros. Y es que sin duda Croacia es una de las joyas del mediterráneo. No solo por sus playas y pequeñas poblaciones mediterráneas, algo que abunda en su escapado costa, sino también de sus rincones naturales como son los lagos de Plitvice, uno de los parajes naturales más hermosos no solo de Croacia, sino de toda la región del sureste de Europa.

Y como fin a este viaje de hedonismo, la joya de Dubrovnik, sin duda alguna una de las ciudades más sorprendentes y mejore conservadas de todo el Mediterráneo. Y es que pasear por sus calles y murallas, es obligatorio para todo el que se vanaglorie de ser un amante del Mediterráneo.

Y por falta de espacio no escribimos sobre la gastronomía y los vinos de la Dalmacia Meridional. ¡para eso ya tendrás que venir a descubrirlo por ti mismo!

Dificultad

En este viaje habrá

Bastante de Cultural

Algo de Playa

Naturaleza

Poco de Urbano

Variedad Culinaria

60/100

Calor / Humedad

60/100

Forma Física

30/100

Calidad Alojamientos

70/100

Horas de Transporte

20/100

ITINERARIO

1

LAS MARAVILLAS DE LA CROACIA INTERIOR (De 4 a 5 Días)

Comenzamos nuestro viaje en Zagreb, capital del país, donde descubriremos sus majestuosas edificaciones de la zona alta de la ciudad alrededor de la plaza Kaptol. Por ejemplo, la catedral de la Asunción o la iglesia de San Marcos. También pasearemos por el barrio Dolac o visitaremos alguno de los múltiples museos que encontramos en la parte baja de la ciudad.

De la capital ponemos rumbo al Mediterráneo, pero antes hacemos un alto en una de las mayores maravillas naturales de Croacia, el Parque Nacional de los lagos de Plitvice, donde, escondidas entre las montañas pobladas de bosques, se encuentran 16 lagos de aguas azul turquesa unidos por cascadas de diferentes alturas, realizaremos alguna ligera excursión por este paraje de extraordinaria belleza declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
2

ATISBANDO EL MEDITERRANEO (De 3 a 5 Días)

Seguimos nuestro camino hasta llegar al mar, concretamente a la ciudad de Zadar, en el norte de Dalmacia. Su aspecto es clásicamente mediterráneo. A parte de pasear por sus majestuosas calles, repletas de ruinas de las antiguas civilizaciones que antaño navegaron por estos mares, podremos visitar las fortificaciones que se utilizaban para evitar las incursiones piratas.

En autobús nos desplazamos hasta Split, la segunda ciudad más grande de Croacia y un enclave privilegiado para visitar las islas del mar Adriático. Tras contemplar todos los rincones que nos depara su bonito centro histórico: como su famoso palacio Diocleciano o el palacio Papalic, tomaremos un ferry para embarcarnos en una ruta por alguna de las islas del mar Adriático.
3

NAVEGANDO ENTRE ISLAS HASTA LA JOYA DE LA CORONA (De 5 a 7 Días)

Nos embarcaremos en un ferry hasta la isla de Korçula, donde se cree que nació el famoso explorador Marco Polo y una de las más verdes del mar Adriático. La ciudad que da nombre a la isla, es la típica villa medieval, con sus torres defensivas y su aglomeración de casas de tejados rojizos. Ofrecen un bonito contraste sus casas de piedra gris con el verde de las montañas que la rodean y el azul intenso del mar.

Con algo de suerte podremos ver la danza de las espadas, donde dos ejércitos se enfrentan en un musical combate, o podremos realizar alguna pequeña excursión por la isla, visitando sus diminutas poblaciones, viñedos o playas. También podremos acercarnos a la vecina ciudad de Orebic, donde relajarnos en alguna de sus cercanas playas, las mejores de toda la zona sur de Dalmacia -amplias calas de arena rodeadas de pinos- o realizar alguna excursión por los distintos senderos que pueblan la península de Peljesac.

Nuestra última etapa y guinda del viaje es Dubrovnik, una de las pocas ciudades que puede presumir de estar calificada como de las más hermosas del mundo. Allí los atardeceres que se contemplan desde sus murallas son estampas que las guardas en la retina durante toda tu vida. Pese al bombardeó que sufrió en 1991, la ciudad se ha recuperado y conserva el esplendor de antaño, gracias a las ayudas de la UNESCO. Desde sus murallas podemos observar a un lado las turquesas aguas del adriático y al otro los tejados anaranjados de sus casas para regresar de nuevo a España con esta colorida imagen que permanecerá durante largo tiempo en nuestra memoria.