VENECIA Y FLORENCIA (De 4 a 5 Días)
Aterrizamos en Venecia. Creo que no hacen falta muchas palabras para presentar una de las ciudades más icónicas del planeta. Recorreremos el Gran Canal contemplando los Palacios, las góndolas y los canales secundarios asomando. La Plaza de San Marcos, el Palacio Ducal, el Campanile o el puente de los Suspiros (llamado así por conectar la cárcel con la oficina del Inquisidor) ya no serán unos desconocidos.
También aprovecharemos para deambular por los diferentes barrios, como el hebreo y acercarnos a su historia para posteriormente coger un vaporetto rumbo a las islas de Murano para ver a sus artesanos como trabajan el vidrio. Y no podemos dejar de comenzar a disfrutar de la gastronomía italiana, en alguno de los numerosos cafés de la ciudad o disfrutar de la tradición veneciana de los bacari (nuestro equivalente a los bares de tapas)
Cogemos un tren rumbo a nuestro próximo destino: Florencia, una de las ciudades más bellas del mundo, sino la que más. Cada plaza, cada calle, cada rincón es por sí solo una obra de arte. Y por ello debemos de tener precaución de no sufrir el síndrome de Stendhal y caer rendidos ante la maravillosa ciudad de los Medicis. No nos es posible enumerar en tan poco espacio los archiconocidos monumentos que alberga esta ciudad, de sobras ya conocidos por todos como el famoso Duomo, la galería de los Uficci o el novelesco Ponte Vecchio, pero perderse desde Piazza San Lorenzo por las callejuelas de este museo al aire libre hasta llegar a la Piazza Della Signora, para posteriormente asomarse a contemplar los puentes sobre el Arno es algo que se debe realizar al menos diez veces en la vida.