ENTRE NEONES Y APACIBLES PAISAJES (De 4 a 5 Días)
Aterrizamos en Osaka y, desde la primera noche, nos deslumbra el desfile de carteles y reflejos de neón. Osaka tiene un encanto propio: ritmo urbano, calles bulliciosas y cientos de restaurantes y puestos callejeros para empezar a saborear la cocina japonesa.
Desde aquí partimos al interior de la montañosa península de Kii, hasta el apacible pueblecito de Kōya-san, para empaparnos del espíritu religioso del país. Rodeados de bosques y ocho montañas, podremos dormir en un shukubō (alojamiento en templo) y acercarnos a sus rituales y tradiciones. El camino hasta Kōya-san es ya una aventura en sí: valles escarpados, miradores y un primer contacto con el paisaje rural japonés.












