Los dominios de Drácula

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Sin duda, Rumanía es un destino que engancha. Una vez superado el mito de los hombres-vampiro, castillos encantados y maldiciones gitanas, todo viaje a Rumanía atrapa por lo variado de su ruta. Comenzando por la austeridad soviética de Bucarest a la belleza imperfecta de Sighisoara, con sus coloridos edificios del siglo XVI y sus torres enclavadas en calles empedradas, pasando por los impresionantes castillo de Peles o de Bran, donde se inspiró la novela de Drácula y observar (o ser observado) por los tejados de Sibiu, esta ruta por Rumanía, es un destino con muchos más atractivos de lo que podemos imaginar.

Castillos de viejas leyendas y una población rural ya desaparecida en nuestra tierra, poblaciones medievales y un paisaje natural encabezado por los Cárpatos, hacen de Rumanía una perfecta escapada para descubrir otra Europa.

Dificultad

En este viaje habrá

Bastante de Naturaleza

Algo de Cultural

Urbano

Horas de Transporte

30/100

Calidad Alojamientos

50/100

Probabilidad Lluvias

30/100

Impacto Cultural

30/100

Forma Física

40/100

ITINERARIO

1

AL PIE DE LOS CARPATOS (De 4 a 6 Días)

Llegamos a Bucarest y saldremos hacia el norte, a las puertas de los Cárpatos, para iniciar nuestra ruta transilvana.

Nos dirigiremos a Sibiu, corazón de la montañosa Transilvania. Esta hermosa ciudad medieval, una de las más bonitas de Rumanía, será nuestra base para explorar las montañas Cindrel (y, si el grupo lo desea, los Făgăraș) y las aldeas rurales del centro del país. Caminaremos entre verdes colinas y subiremos a admirar las increíbles vistas desde lo alto de las montañas; saborearemos fresas y bayas salvajes que crecen por doquier y, al caer la tarde, algún pastor quizá nos invite a una polenta casera antes de irnos a dormir a algún albergue de montaña en el corazón de la Transilvania rural.
2

EL FEUDO DE VLAD TEPES (De 3 a 5 Días)

Continuamos rumbo a Sighisoara, cruzando la tierra Burzen, o Tara Barsei en rumano, repleta de iglesias fortificadas que datan de los siglos XV y XVI. Sighisoara, una pequeña ciudad sajona enclavada en pleno corazón de Transilvania, está protegida por una bonita ciudadela y emplazada en un bucólico paisaje de pequeñas colinas. Fue un importante centro comercial y artesanal promovido por los sajones que se asentaron en el lugar en el siglo XII. De aquí nos dirigiremos a Brasov, la llamada Praga de Rumanía, donde nos sentaremos en alguno de sus cafés a ver pasar la gente y saborear la vida, contemplando los edificios barrocos y la gótica iglesia Negra.
3

LA PEQUEÑA PARÍS (De 2 a 4 Días)

Si te entusiasman Praga o Budapest, te fascinará Bucarest. Su pasado medieval y sus pretensiones arquitectónicas de principio del siglo XX la convirtieron en una preciosa ciudad de parques y bulevares manchadas con cuadrados edificios de la época comunista. Pasear por la Avenida Kisseleff, pasar por su arco del triunfo o realizar una visita al museo de la Aldea o al antiguo Palacio Real, hoy sede del Museo Nacional de Arte, serán alguna de las múltiples opciones que ofrece esta agradable capital balcánica. Pero hay más, también podemos dar un paseo de compras por la plaza de la Unión o la calle Lipscani para llevar algún recuerdo a casa, antes de volver.